Este domingo vamos a platicar sobre lo que realmente hace que una familia de hoy funcione y se sienta plena.
Spoiler: no es magia ni pura buena suerte.
Cuando cada quien decide tomarse en serio su relación con Dios, perdonar las metidas de pata del otro, convertir la casa en un lugar de oración y apoyarse uno al otro es cosa de todos los días; el resultado es una mezcla súper poderosa de paz, alegría y unidad.