La fe no es opcional, sino un mandato divino fundamental para todo creyente.
Basado en la frase bíblica “el justo por la fe vivirá”, aprenderemos que la fe debe guiar cada aspecto de nuestra vida diaria, no solo lo espiritual.
La fe verdadera nace de estar justificado ante Dios y mantener una relación obediente con Él.
Los desafíos modernos, como la ciencia, la tecnología y la apostasía, amenazan con debilitar nuestra fe, por lo que es vital mantenerla viva mediante la oración, el arrepentimiento y una vida íntegra.
Vivir una vida de fe activa trae bendición, protección y transformación.